domingo, 7 de abril de 2013

Ganas de Vivir


Los adultos mayores del Centro de Jubilados ‘Alas de Vivir’, realizaron una presentación que combinó el arte de actuar con las más diversas expresiones literarias. Fue el pasado 14 de octubre y contó con la presencia de vecinos y aledaños. 


El tiempo transcurre, e indefectiblemente, la vida pasa. En tu memoria sobreviven los recuerdos más hermosos, la prueba viviente de que fuiste feliz, eso que no pueden arrebatarte. Persisten también las marcas del dolor, cicatrices indelebles que se aferran a lo profundo de tu alma y claman un lugar en tu pasado, en tu presente. Hoy te llaman abuelo, pero la belleza de tus arrugas reviste una juventud que para vos es eterna, porque lejos de sentirte agobiado por el paso de los años, se refleja en tus actos la edad de tu corazón.

Los adultos mayores del Centro de Jubilados ‘Alas de Vivir’, son una muestra ferviente de que los años pasan rápido sólo para aquellos que quieren envejecer. Los demás, se dedican a vivir. Partícipes de los talleres de teatro y literatura, elegidos en el seno del presupuesto participativo del CMD Oeste, los abuelos  presentaron el pasado 14 de octubre, su primera exposición artística. La propuesta se llevó a cabo en el club Provincias Unidas y combinó la magia del teatro con la sensibilidad de las más diversas expresiones literarias, forjando lágrimas y aplausos en todos los presentes.



El encuentro comenzó pasadas las 17 con una emotiva bienvenida a cargo de los profesores de teatro, Alejandro Panzerini y Daniel Carballido, quienes invitaron a sumarse, siempre en pos de una construcción colectiva. Al tiempo se respiraba en el aire el nerviosismo, pero también la emoción incontenible de ellos, los nuevos actores y escritores de la obra, pero antiguos hacedores de la identidad de todo un barrio. Por su parte y en un rincón de la sala, permanecía sereno Carlos Bagnatto, profesor de literatura y precursor de todo lo que estaba aconteciendo. El taller literario iniciado en 2011, había sido el incentivo, la motivación para dar inicio a las clases de teatro. La mirada de Bagnatto, reflejaba la plenitud del deseo realizado.


 “Este es un lugar donde ellos pueden transmitir todo lo que saben, descubrir su bagaje y poder decirlo y hacerlo. Ese es el beneficio”, expresó Panzerini respecto de Las bondades de actuar y escribir. Minutos después, agregó que en esta etapa de la vida muchas veces predomina la soledad, por lo que, espacios como éste son fundamentales porque “generan grupos, compañerismo y encuentro”. Y bajo esos preceptos transcurrió la tarde: Expresar, hacer, aprender y seguir haciendo.

Los abuelos desfilaron unos y otros sobre un escenario improvisado, pero con la misma belleza y furia de las tablas del Colón. Entre lecturas y actuaciones vigorosas, zigzaguearon entre la risa y el llanto, manipulando las emociones de la audiencia, como si toda su vida hubiese transcurrido entre bambalinas. “Es algo que tenía guardado muy adentro, desde muy chiquita, por mis ancestros y por parte de mi mamá que le gustaba mucho el teatro. Soy feliz porque esto es un sueño”, fueron las palabras certeras de Nora Pinzone. De perfil bajo y aparente personalidad introvertida, fue una de las grandes estrellas de la tarde. Escritora sobresaliente y dramaturga destacada, su actuación fue la frutilla del postre y la que arrasó con todos los aplausos.


El evento transcurrió bragado de un público partícipe y activo. Se interpretaron tres obras teatrales de las cuales dos eran creación de las integrantes de ambos talleres: “El Deschabe” (por Margarita González) y “La Abuela” (por Rosalía Escobar). Ambas producciones fueron causales de diversión ininterrumpida, tal vez por las agraciadas gesticulaciones y ademanes de los actores, quizá porque más de uno se sintió identificado con las historias. A modo de intervalo, entre una y otra actuación, los protagonistas recitaron textos y poemas propios, producto del trabajo del año y consecuencia del gran esmero y responsabilidad que implica formar parte de algo.


Una vez concluido el espectáculo, el denominador común que caracterizó a LA VOZ de los profesores fue ´maravilloso´. Tanto Panzerini, como Bagnatto y Carballido, supieron describir una experiencia única e inolvidable. “Estoy lleno de emociones y de un montón de cosas muy positivas, es algo que te hace ver que vale la pena hacerlo. Son personas muy talentosas, humildes y muy generosas con lo que tienen, es fantástico”, expresó Carlos con lágrimas en los ojos. Casi al unísono, Daniel recordó el frío de los ensayos, la persistencia, el esfuerzo…“Valió la pena”, esbozó en un suspiro de alivio y compleción. Alejandro, por su parte, reafirmó la buena predisposición de los abuelos, así como de los espectadores, muchos de ellos miembros de otros talleres, que se hicieron presentes esa  tarde: “Se nota que hay otra humanidad dando vueltas por estos lugares y está fabuloso”.


En este contexto, la directora del Distrito oeste, Marisa Palazzo, dijo estar “realmente sorprendida por la calidad del espectáculo”. Expresó que producciones como ésta la motivan a seguir trabajando y auguró la posibilidad de que el proyecto no se limite únicamente a ‘Alas de Vivir’, sino se reproduzca por todos los rincones del distrito, apostando al compromiso y participación de los vecinos. “Se notó como disfrutaba cada persona arriba del escenario y esto es lo valioso, así que me voy con una experiencia muy rica”, dijo complacida.


Y fue así como la simple participación en un taller de teatro, se convirtió en algo grande, importante para propios y ajenos. Los abuelos de la zona oeste de Rosario, demostraron que tienen sueños, anhelos y ganas de florecer en este momento calmo de sus vidas. Demostraron que tienen mucho por decir, pero también por aprender y que hoy, más que nunca, se sujetan a la vida con más ganas. Al respecto, Ana Mansinelli, generadora de una labor de hormiga en pos de incentivar a sus pares y conectora entre el Distrito y ‘Alas de Vivir’, aseguró que siente una enorme gratificación. “No hay que temer a la participación porque todo, tiene un sentido”, expresó, de seguro, pensando en lo próximo por hacer.


Centro de Jubilados “Alas de Vivir”. Cochabamba 6673, junto al Club Juventud Provincias Unidas. Rosario.


NOTA ORIGINAL EN: https://www.facebook.com/LaVozDeLosVecinos?ref=hl



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